Cada año, durante la estación del hambre, este sonido se hace atronador en el Sahel, amenazando a 30 millones de personas.
Trabajamos para acallarlo. Antes, durante y después de la estación del hambre.
Ayúdanos a silenciarlo.
El hambre estacional afecta a familias que no pasan hambre en otras épocas del año y redobla la presión para los que la sufren habitualmente y los más vulnerables.
Una de cada dos personas es pobre en el Sahel. Cuando las reservas de las cosechas escasean en el mercado y los precios suben, se van haciendo más inalcanzables para esta mitad de la población.
Quienes además no poseen tierras o ganado, se ven más expuestos. Si tampoco pueden acceden a servicios de salud o de agua y saneamiento, porque no existen o no pueden pagarlos, los riesgos se agravan y las soluciones se complican.
Los impuestos de los ciudadanos europeos también sirven para salvar vidas. Con ellos, la Oficina Humanitaria de la Unión Europea (ECHO), financia la intervención de las organizaciones de ayuda y cubre cada año aproximadamente el 40% de las necesidades en asistencia alimentaria en el Sahel. Estos diez proyectos muestran el trabajo conjunto de Acción contra el Hambre y ECHO para prevenir y responder al hambre estacional.
Durante los meses de escasez los precios de los alimentos suben y las familias más pobres no pueden mantener una dieta adecuada. Distribuimos dinero y alimentos enriquecidos para que sus miembros más vulnerables, niños menores de 5 años y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, no se vean expuestos a la desnutrición.
Llegar al centro de salud es difícil para muchas familias, no solo por la distancia sino también por el gasto añadido. Durante la época de lluvia, desplazarse es aún más difícil. Trabajamos junto a agentes de salud comunitarios y les formamos para identificar y tratar la desnutrición en sus comunidades. Así más niños reciben el tratamiento y se recuperan antes.
La desnutrición no solo supone un deterioro físico, también impacta en el desarrollo psíquico y social, con riesgo de rupturas afectivas entre el niño y la madre. Los niños hospitalizados reciben tratamiento nutricional, y también estimulación psico-social mediante actividades y juegos. Sus familias participan y reciben apoyo para adaptarse al cuidado de sus hijos.
Trabajamos en zonas de difícil acceso. No siempre es posible diagnosticar la desnutrición en su inicio y a veces los niños lleguen a los centros en estado crítico. Enseñamos a las madres a detectarla fácilmente con el MUAC: una cinta que mide el grosor del brazo y reaccionar antes ante la desnutrición de sus hijos u otros niños.
Malaria y desnutrición coinciden en la estación del hambre, dos de las enfermedades que más muertes causan entre niños menores de 5 años. Un niño enfermo de malaria tiene mayor posibilidad de caer en la desnutrición. Tratando a niños una vez al mes con medicamento preventivo podemos evitar la malaria y disminuimos así su riesgo de sufrir desnutrición.
Recogemos información sobre biomasa, lluvias, aguas superficiales, movimientos de los animales y mercados, y lo combinamos con encuestas en las comunidades. La alerta llega antes y podemos programar mejores respuestas para proteger a las personas y sus recursos para sobrevivir.
La llegada al sur de Mauritania de refugiados malienses que huyen de la violencia plantea muchos retos. Entre ellos, el acceso a agua segura y en cantidad suficiente es clave para garantizar la supervivencia, prevenir enfermedades y salvaguardar su dignidad. En el campo de Mbera, 8 tanques facilitan agua a sus casi 50 000 habitantes.
Solo en Nigeria, 400 000 personas podrían morir de inanición y 11 millones necesitan asistencia alimentaria urgente. El conflicto con Boko Haram afecta a 20 millones de personas en la región, casi 3 millones de ellos desplazados de sus hogares, a los que prestamos asistencia alimentaria, nutricional y de agua y saneamiento.
Los gobiernos locales, en la medida de sus posibilidades, implementan sistemas de protección para sus ciudadanos más vulnerables y en las épocas más duras: subsidios, educación y sanidad, empleo, promoción y protección de la mujer… Apoyamos su desarrollo y ampliación como clave para solucionar la crisis crónica que vive el Sahel.
Las causas de la desnutrición son diferentes en cada zona. Por eso, decidimos invertir en un método estructurado de análisis y un comité científico elaboró un protocolo que recoge la percepción de expertos técnicos y miembros de las comunidades. Así, basándonos en evidencias científicas, diseñamos soluciones mejores que puedan salvar más vidas.
¿Lo oyes? Es #ElSonidoDelHambre. El de 30 millones de estómagos vacíos durante la estación del hambre.
Solo podemos silenciarlo entre todos. Ayúdanos a difundirlo y envía o comparte esta postal sonora.
Porque solo oyendo el sonido del hambre podremos acallarlo. Cuantos más seamos más fuerza tendremos.
Puedes compartirlo todas las veces que quieras.
Acción contra el Hambre
Alicia García +34 91 391 53 06 / Nuria Berro +34 91 771 16 63
Comisión Europea
Daniel Puglisi +32 229 691 40 / Carlos Martín Ruiz de Gordejuela +32 229 653 22